I'm still here

Al doblar la última curva de la autovía, vi la salida para la aldea. Unos minutos después estacionaba el auto en el malecón cercano a la cantina.
Los últimos días había estado lloviendo copiosamente y el viaje de regreso había sido..., quizás, melancólico.
Volver, siempre me produce alegría volver.
Vivir solo, tiene el encanto que al volver, cada cosa está exactamente en el lugar que la dejé.
...Y tiene la contra que no hay quién nos reciba con un abrazo, con un tazón caliente, con el fuego encendido...
Uno elige..., de una u otra manera, uno elige.
Estacioné el auto al amparo del malecón. Cargué la mochila, y corrí hasta el techito de la galería para guarecerme.
Un par de "conocidos" perros playeros estaban instalados, refugiándose de la tormenta.
Entré, encendí luces a mi paso. Tiré la mochila sobre la cama de mi cuarto.Puse en funcionamiento la chimenea.
El placer de un buen fuego en una noche de tormenta junto al mar.
Y me metí en la cocina a preparar una buena sopa de verduras.
Un plato, cubiertos, abri una botella de cabernet.
Afuera soplaba el viento y la lluvia golpeaba fuerte contra los cristales.
Los pasos en los escalones de madera y la puerta que se abre.
La"junkeboxxx" y esa melodía...
Las visitas inesperadas no siempre lo son...
Puse un segundo plato en la mesa, corté unas zanahorias y algunas verduras más, cebolla saltada y ajo.
-ví desde casa cuando el auto bajó de la autovía..., dijo la voz de Lola a mis espaldas
-Clarita?, pregunté mientras sazonaba el potaje.
-duerme,... le dejé una nota por si se despertaba...
Giré y ahí estaba, parada, calentándose junto al fuego, con el pelo y la ropa empapados.
El aroma a comida fue inundando el lugar.
El calor del fuego.
La música...
Lola.
Me fascina bailar con Lola...
Volver a casa.