lunes, abril 30, 2007

El cazador y la mujer de las cavernas

-Cómo va patrón?
-Suit...
-deme una cerveza, "local"…, por favor
-sale.
-qué pasa con Renato?
-el primo de Fermín?
-ahá...
-verá Ud, a pesar de lo que digan, los hombres y las mujeres nos diferenciamos en demasiadas cosas...
-como ser?
-a Renato lo echaron del trabajo hace unos quince días, sin embargo, viene todas las mañanas, vestido como para ir a la escribanía, como si todo siguiera igual, traje y portafolios, llega temprano, pide café y los periódicos, saca papel y lápiz y anota todas las posibles oportunidades, y cuando armó una lista, ataca con el móvil, uno tras otro, a medida que pasa la mañana tacha, anota, escucha, promete, ruega, se humilla, se enoja, se vende. Sobre el mediodía come algo, junta sus cosas y parte a las entrevistas que ha conseguido, muñido de un lote de cartas de presentación..., para el atardecer vuelve, con la tranquilidad de haber hecho el esfuerzo, con la depresión de no haber conseguido nada, con el temor de que el tiempo se le acaba, con la decepción consigo mismo por no cumplir con su papel de proveedor, con el miedo de perder el respeto de su mujer...
-ah, no se lo dijo?
-nop, y dudo que lo haga, estirará hasta que llegue fin de mes, y ahí, cuando se esté por estrellar contra la falta del cheque mensual...
-conozco la historia, pedirá prestado para estirar la ficción un tiempo más.
-oiga, Ud. no tendrá algo?
-Ud lo recomienda?
-Digámoslo de esta manera, tiene una estupenda familia, esas cosas no se consiguen por casualidad.
-Un mes a prueba?
-Es un trato. Renato!, Suit quiere hablarte...
Estuvieron hablando un rato, Suit un poco serio, pero amable, Renato desconfiando al principio, después la cara se le fue iluminando. Sobre el final se levantaron, y estrecharon las manos. Suit se despidió, y me hizo un gesto, ya de salida.
Renato se acercó a la barra para compartir con alguien su alegría.
Mañana empezaba su nuevo trabajo, me dijo.
-Mire hombre, Teresa es una buena mujer, le contesté, sería una tontería que Ud no confíe en ella..., comprende?
-es que yo...
-Si ella no lo entiende, no sería la mujer que Ud cree que es, y entonces no valdría la pena todo esto, tiene que confiar Renato
-...
-Si se entera por otro, va a estar mal.... Buenas noches Renato, lo felicito por su nuevo trabajo.
-Buenas noches Zorgin.
Y se fue.
-Sabe que fue lo primero que hice, una vez que me echaron de un trabajo?, me dijo Tina que había estado escuchando
-…
-llamé a mi hombre, lo necesitaba, necesitaba que me dijera que todo iba a estar bien, que me protegiera…que me abrazara… que me contuviera, en cambio Uds…., no los entiendo
-no sé, dice la sra. Txirusa, que algunos confunden el buey solo bien se lame con el buey solo es un salame...
-seguiremos pensando en el hombre cazador y la mujer en la caverna?, me dijo sonriendo
-mmhhh..., que le sirvo?

domingo, abril 22, 2007

Fráncis, parte VI (cont.)

Hace tiempo...
Estaba en la sala de espera del dispensario de Cloe, había resbalado en una de las piedras junto al acantilado y al caer me corte feo en uno de los brazos, tenía pinta de por lo menos entre 7 y 8 puntos.
Era el único allí, el lugar olía a desinfectante y Cloe no era demasiado dura con algunas cosas, así que prendí un gitanes y esperé.
En eso entró Primitivo acompañado de un enorme negro, un parche marrón tapaba su ojo izquierdo, se movía como si hubiera recibido una tunda. No quise imaginar el tamaño del otro...
-Primitivo...
-Zorgin...
Cloe abrió la puerta para hacerme entrar, saludó a Primitivo y se quedó mirando al acompañante, fue una fracción de segundo, el reconocimiento fue silencioso de parte de ambos, sin embargo se presentó.
-hola, mi nombre es Cloe, estoy a cargo del dispensario de la aldea
-hola...
-esteee..., no habla muy bien el idioma, intervino Primitivo.
El otro sonrió asintiendo.
Entré.
Me quedé corto, 11 puntos en el brazo derecho, malo para un cantinero, tendría que ver de que manera manejaba el tema.
-y el morocho?
-se notó?
-...
-en otro tiempo, en otro lugar, nos cruzamos un par de veces, yo trabajaba con una gente, en cambio él trabajaba por su cuenta,... ninguna queja, el tipo es/era un maldito artista, y un profesional, creo que es afrikaner, no sé... , pero fue en otra vida, en lo que a mi respecta me lo acaban de presentar.
Al escuchar el tono alto de la conversación, en la otra habitación, salimos. Dos municipales le habían seguido el rastro a la pareja y querían saber quién acompañaba a Primitivo, éste sudaba copiosamente pensando en la pérdida de su"tesoro", el negro se había levantado y miraba desde arriba a los dos uniformados, que no apreciaban el peligro latente.
-Deja de joder Primitivo, quién es tu acompañante, queremos ver algún papel.
-Pues Nigel me pidió que lo trajera y ...
-Y qué pito toca Nigel en esto?, y giró para encarar al otro, -Tú, papeles.
El hombre lo miró y lo midió. Adelantó los hombros y...
Yo dije: -es mi primo...
-Eso!, dijo Primitivo, es su primo Paco...
-Su primo?!
-ahá... Paco...
-...Drake...echea, eso, Draketxea, confirmó el otro, Francisco Draketxea, y me dicen Paco
-que tu eres vasco???, preguntó el guardia.
-el apellido de su abuela materna, una triste historia..., acoté
-...
-Y nos tenemos que ir, digale al jefe que luego paso por la delegación con los papeles de Paco, y nos fuimos...
-gracias boss
-mi nombre es Zorgin, y espero que sepas cocinar..., y nada de boss..., vasco!!?, eso sí que estuvo bueno...

martes, abril 17, 2007

Fráncis, parte VI

Tiempo atrás...
A grandes riesgos grandes ganancias, dicen por ahí.
Tambien dicen que los riesgos muchas veces se pagan.
El Cessna 172 volaba rozando las olas, de hecho, el limpiaparabrisas estaba encendido sacando la espuma que salpicaba el mar. Ningún radar lo veía, y de hacerlo se confundía con el movimiento del océano.
Fráncis se levantó del asiento del copiloto para asegurar la carga. Había mucho viento y una de las cuerdas estaba suelta...
La ola, más grande de lo esperado, rozó el trén de aterrizaje, el avión se detuvo un segundo en el aire, la siguiente le dió de lleno. Fráncis sintió el impácto, la sensación que chocaban contra una pared y era despedido tras el parabrisas de la nave. Recuerdos borrosos del avión hundiéndose con la peligrosa carga y el cadáver del piloto. El chaleco salvavidas que lo mantenía a flote, si pudiera ver hacia donde quedaba el continente...
Y la noche se lo tragó.
Nigel, había escuchado la avioneta, -contrabandistas, murmuró, mala noche para hacer dinero..., y no pensó más en el asunto
Al día siguiente los municipales lo fueron a visitar.
-Eh viejo!, anoche, se perdió una avioneta por esta zona, escuchó algo?
-Estoy muy viejo para escuchar algo...
-Bueno Nigel no nos pongamos susceptibles, vió algo?...
-Estoy muy viejo para ver algo...
-Joder!, no si cuando quieren ponerse a mula..., bueh! si sabe algo nos avisa, eh?
-Estoy muy viejo para avis..., pero la patrulla ya se había ido
Y el día siguió su curso.
Hacia la tardecita, Nigel se corrió hasta la nueva cantina a beber una copa y enterarse de las novedades.
El rumor de que una avioneta cargada de contrabando se había perdido en el mar, cerca de allí, era el únco tema de charla.
Las especulaciones iban y venían, pero nadie sabía nada. Todos soñaban con tesoros. Tal vez en el fondo del mar, ésta vez hubiera algo que valiese la pena.
Y un día más en la vida del guardafaro terminaba.
La luz del faro bañaba el cuerpo del enorme negro. La marea le había depositado en la playa y parecía que no se movía.
Desde lo alto, Nigel lo miraba mientras telefoneaba a Primitivo para que le ayudase.
Media hora después los dos hombres caminaban por la arena, discutiendo qué hacer. Que los municipales, no!, Que a los de la cantina, tampoco!
-Veamos que nos puede contar éste, del tesoro de los contrabandistas...
Lo diero vuelta
El hombre estaba vivo, lastimaduras y raspones, pero sólo necesitaba descansar.
Lo sacudieron un poco...
-Eh amigo! quién eres?, como te llamas?, eh!!!
-Fra-Fráncis, contestó el negro
-Nigel, dijo Primitivo, en qué mierda háblas?, no entiendo ni pepa!,
-Nada hombre, que dice que se llama Francisco...
-Ah!..., Paco..., bonito nombre...
Y lo ayudaron a llegar al el faro...

martes, abril 10, 2007

Atmosférico

Los lunes son días tranquilos.
Prácticamente no hay demasiadas visitas. Motivo por el cual, Paco hace sus pastas para "los chicos de Cloe".
A veces yo me corro hasta el mercado de las afueras del pueblo, donde los quinteros venden sus frutas y hortalizas. Si bien tenemos una quintita en la parte de atrás de la cantina, a veces quedamos cortos y debo reponerla. Me gusta venirme hasta acá porque los vegetales son frescos, y los perfumes y aromas se sienten en el aire. Es una fragancia fuerte y silvestre que llena el espíritu.
Volvía a la cantina de buen humor, me gusta pre-sentir los sabores de las cosas que he comprado, y bajé del auto silbando entre dientes mientras me dejaba llevar por la inspiración de las salsas que podría crear, cuando lo ví...
El enorme camion tanque color gris, las letras en amarillo huevo que resaltaban, y el "simpático" slogan que decía "Atmosféricos Rodriguez y Luzuriaga, limpian donde Ud. kga".
Nice...
Los operarios me miraron con lástima al pasar, no oí que dijo uno, pero escuche la carcajada del otro.
-Pacoooo!, grité, qué pasó?
-Mire jefe..., en realidad Ud no quiere saber, verdad?
-...Paco?
-verá Ud, resulta que cuando se fue, yo me puse a amasar los tallarines, y estaba en eso cuando vinieron Carlinhos, el sobrino de Lola, y unos amigos, que estuvieron jugando a la pelota en la playa. Pues bien, el tema es que me pidieron permiso para usar los baños y ducharse, porque estaban transpirados y con arena..., un desastre. Como no había casi nadie en la cantina, yo les dije que sí, pero que dejaran todo limpio como estaba. Todo bien. Pero Ud vio como son los adolescentes, no?
- Ya lo olvidé Paco, como son?
-Estuvieron tonteando en uno de los baños y uno de ellos, por hacer una broma, tiró un bolsito por el inodoro. Ellos seguían meta joda, mientras yo en la más absoluta ignorancia seguía con la pasta...
-y entonces...
-resulta que el inodoro se tapó, y se pusieron nerviosos sabiendo que Ud se podía molestar...
-ahá?
-entonces probaron con la sopapa, no anduvo, luego con un alambre, nada..., entonces a uno se le ocurrió que por qué no probar con un matafuego...
-un matafuego...
-y sí, mientras yo seguía en la terraza, descolgaron el que está junto a la barra...
-...
-lo pusieron en la rejilla de uno de los baños y lo abrieron ...
-bien, puedo imaginarlo...
-mmmsi, con esa presión, brotó mierda por todas partes, incluso en uno de los baños que se seguían bañando, uno de los chicos salió peor de como entró, dijo que cuando empezo a ver que el resumidero en vez de llevarse el agua se transformaba en algo así como una fuente de mierda que llegaba hasta el techo, sintió temor...
-capto la imagen Paco..., y ahora?
-llamé al camion para que haga su trabajo, mientras los jovenes limpian todo...
-bien, veamos que salsa hacemos con lo que traje...