sábado, diciembre 30, 2006

Félix 007

desde acá,
les deseamos:
dinero en cantidades obscenas
sexo desenfrenado, con sentimiento o sólo diversión
y salud suficiente como para pasarlo bien y llegar sanos al 2008.
Feliz año nuevo!

martes, diciembre 26, 2006

El triángulo, cateto mayor

Ocho años han pasado...
Luly y los críos entraron a la casa después de despedir a Juan, a la pasada se miró en el espejo...
El tiempo, el clima, la rutina, los partos, las angustias, la desazón, el aburrimiento..., mierda!
Qué coño había pasado para dejarla en ese estado de destrucción, llena de rencor...
Ella, que los muchachos hacían lo que fuere por atenderla, que no tenía rival, ni siquiera Leo...
Leo...
Juan y Leo..., qué tontería...
Ella, que se llevaba a quién quisiere por delante, que cuando quedó embarazada eligió al que pensaba que sería mejor padre..., total...
Sí, Juan cree que el mayor es hijo de él, y se quieren, y si no se le parece que importa!, al fin de cuentas, es un buen hombre, y un buen padre, qué más pedir...
Es trabajador, no bebe, y a fin de mes, cuando cobra, le da el sobre completo. Ella es quién maneja el dinero, y la que le da lo necesario para sus gastos.
Es cierto que cada tanto lo pesca en un renuncio, pero bueno. No todo puede ser perfecto, no?
Ella sabe que si algún día decide abandonarlo todo, Juan se hará cargo de los críos...
Y lo hará bien.
Hoy podría ser ese día...
Después del almuerzo los mayores al colegio y el menor a la guardería, dejaría un poco de comida hecha para que tengan tiempo de organizarse.
La ropa lavada y planchada, como siempre, como todas las semanas, se darán cuenta que hacía eso todas las semanas?
Le dejaría una nota a su marido con instrucciones, a quién debe pedirle que se haga cargo de los quehaceres mientras tanto, incluso de la limpieza.
Le pediría a Anselmo que traiga a los chicos al atardecer, ya había avisado que los buscarían medio tarde, no es la primera vez...
Preparó el bolso, algo pequeño, nada llamativo, esto es una aldea, la gente vive tras los visillos...
Repasó una y otra y otra vez, todo.
La ropa, la comida, las cuentas pagas y las faltantes, la nota con instrucciones para Juan... y la nota de despedida.
Nadie, ni una amiga sabía lo que ocurría en en la cabeza de Luly...
Luly no era de confesiones, Luly tenía a alguien que no era Juan, Luly escapaba...
Cerró la puerta, doble llave, saludó a doña Ines, la vecina, que regaba los malvones, y partió con su mochilita.
Caminó al lugar de encuentro.
Finalmente.
Hacia el atardecer, la vimos venir desde el malecón, venía sonriendo y tarareando una cancioncilla por lo bajo...
Se la veía feliz y despreocupada...
Mientras tanto,
Leonor bebía su vino en la terraza...

viernes, diciembre 22, 2006

Fráncis, parte V, el tren

La guerra, el hambre, la muerte, las pestes... la miseria humana, Fráncis conocía la canción
La historia de la reencarnación tenía que ser cierta..., el había visto para más de una vida,
Demasiado...
Las hordas de animales humanos se apretujaban, empujaban, avanzaban, caían y morían aplastados.
Todo por un lugar en el maldito tren...
Huir era lo único que importaba.
El hambre y las enfermedades arrasaban con las aldeas, y después... las purgas étnicas, ja!, purgas étnicas...,suena a higiene sanitaria...
Los vagones sin asientos, con las ventanillas rotas, puertas selladas para no caer. Vagones de ganado. Los miserables habían perdido su dignidad hacía tiempo..., huir...
Fráncis subió en Pristina.
Se sentó en el piso junto a una pared, sabía que a medida que avanzaran se iría llenando, y debería pararse para no morir aplastado...
Dos estaciones. Junic.
Otra vez, cientos que trepaban tratando de escapar, ya no había lugar. Se apoyó contra la pared y se adormeció...
Vigias en los techos cuidaban que el tren no fuera alcanzado por la bandas que asolaban, violando y matando...
El país se despedazaba...
Kosovo, sucursal del infierno...
Navidad...navidad...blanca navidad..., hohoho...
Al atardecer encendieron la única bombilla. Y los vió...
No sabía donde habían subido, tampoco era importante...
Eran dos, uno alto, corpulento, menesteroso, se le veía atontado.Cada tanto sacaba una botella del interior de la chaqueta y bebía con desesperación.
El otro, bajo, sucio y con mirada extraviada, amarillenta, muerta, le gritaba. Insultos y desprecio salían de la boca desdentada...
Miraba descontrolado la botella que desaparecía mágicamente en manos de su compañero. Éste reía y hacia caso omiso a sus reclamos...
El traqueteo y el cansancio adormecían a Fráncis que no dejaba de observar la escena. El mayor cada vez más borracho, el más bajo cada vez más violento...
Nada se oía, todo tapado por los ruidos del tren, el aullar del viento en las ventanillas inexistentes...
El grandulon ya dormía su borrachera de pie, sostenido por los demás. La bombilla titilaba en el oscuro vagón.
El brillo de una navaja se vió en la mano del más pequeño...
El movimiento fue rápido, preciso, silencioso..., el corte en la garganta...definitivo, introdujo su mano en el chaquetón y se apropió de la botella...
Nadie vió nada, nadie notó nada...
Solo Fráncis.
El hombrecillo giró su cabeza y sus miradas se cruzaron.
Levantó la botella a modo de saludo... y sonrió.
Fráncis comprendió que si no salia de allí terminaria enloqueciendo.
El puerto de Durrës parecía tan lejano.
Sonó el silbato y el tren se perdió en la noche...

martes, diciembre 19, 2006

Triángulo, el perímetro

Luciana (Luly), Leonor (Leo) y Juán se conocen desde primer grado.
Inseparables, clase media, vecinos de cuadra, veraneos juntos, imposible hablar de uno sin los otros dos...
A los doce años las hormonas aparecieron, y Juan miró para el lado de Leonor, pero Luciana apareció, revoleó ojos y pelo... y Juán cambió de dirección como el viento.
Terminado el encantamiento, Luly olvidó a Juán.
Dos años después Juán se acordó que Leonor tenía pechos y volvió al ataque...
Dos horas después de prometerle amor eterno a su pequeña novia, Luciana se le metía en su cama...,
Y rompió con Leo...
Luly volvió a desaparecer.
A la fiesta de egresados Juán invitó a Leo, pero llegó tarde a buscarla porque practicaba el kamasutra en un hotel, con Luly...
Y así siguió la historia, cada vez que Juán se arreglaba con Leo, paf!, Luly demostraba que se lo podía sacar...
Finalmente cuando cumplió los veititrés, se terminó el juego.
Luly se quedó embarazada y se casaron, por supuesto que invitó a Leo,
Se dice que cuando iba por el pasillo de la iglesia, Leonor comentó "ese era mi lugar", y Luciana se rió a carcajadas...
La joven pareja se mudó a la aldea, a comenzar su nueva vida.
Juán consiguió trabajo en una distribuidora, y Luciana se dedicó a su familia.
Tres niños en cuatro años la mantenían completamente ocupada, en su rol de madre y ama de casa.
Después del desayuno, Juán tomaba su chaqueta y portafolio y salía para el trabajo, al llegar a la esquina giraba la cabeza y saludaba a su familia que lo miraba desde el jardincito de entrada, y así partía al despacho.
Al caer el sol pasaba por la cantina.
Antes de entrar, con la habilidad que da la experiencia, se quitaba el anillo de casado, y entraba apesadumbrado y distraído, buscando un alma que lo "comprendiera".
Y así transcurrió el tiempo, año tras año. Los chicos crecían, Luly se hacía la distraída y Juán se creía más astuto.
Ocho años de la boda ya habían pasado, cuando la mujer estacionó junto al malecón.
Su espléndido descapotable se veía desde las ventanas de la cantina, y los parroquianos lo admiraron sin pudor, pero cuando ella se bajó, el auto perdió importancia...
Se sentó en una mesa de afuera, se quitó el sombrero, y llamó a Paco. Luego se descalzó, se arremangó los pantalones y se fue a caminar por la orilla.
Paco, dejo el pedido, una cava rosado bien fresco y tapas.
Juán admiró el auto al pasar, y como todas las tardecitas entro entre distraído y apesadumbrado a la cantina...
Leonor bebía su vino en la terraza...

viernes, diciembre 15, 2006

Fráncis,parte IV

El hospital en las afueras de Aleksinac, a 200 kms. de Belgrado, lo tuvo de inquilino sin conocer siquiera su nombre.
Un herido de un atentado.
Es todo.
La policía había ido insistentemente al principio.
La camioneta de la escuela parroquial se había salvado de milagro.
El negro había recibido la peor parte. Pero había muchas preguntas que contestar, formularios a llenar.
Un més después , ya sin interés, un solo hombre custodiaba su puerta...
El pobre infeliz seguía en coma, seguramente moriría...
Un brazo roto en cuatro partes, una pierna con quebradura expuesta, dos costillas rotas, cantidad de piel para coser, golpes aqui y alla, magulladuras, quemaduras y ...el ojo izquierdo.
Estuvo catorce semanas en coma, y un día sin saber porqué, se enteró que tendría otra oportunidad...
Se despertó un día.Tenía hambre, eso fue todo...
Días y días de trabajo en el gimnasio del hospital endureciendo sus músculos, no todo quedaba perfecto, pero bueno, estaba vivo..., salvo la ligera cojera que se notaba solo si tenía que apurarse... y el ojo...
Es dificil acostumbrarse a estar tuerto. A quedar tuerto. A ser tuerto...
La psiquiatra se sentó a los pies de la cama y trató de charlar despreocupadamente, quién, de donde, como, porqué...
Fráncis la subestimó.
En Belfast lo habían detenido los profesionales, MI6, y él logró superar la prueba...
Sin embargo, acordaron verse a diario. Ella estaba intrigada, él no tenía donde ir...
Tres semanas después le dijo cual era su trabajo. Ella siguió adelante, -por qué?
Y un día, muy tranquilamente le contó...
-no soy un psicopata, no disfruto, simplemente no encuentro que esté mal, nada, soluciono un problema, o si Ud prefiere, elimino una alimaña, que sea una cucaracha o una persona me dá igual..., no me afecta ni moral ni éticamente, creo, por lo que veo en los demás, que hay sentimientos que desconozco, es simple. A Ud hay cosas que parece que le disgustan de mi. Yo simplemente no entiendo el porqué, se da cuenta?.
No lo entiendo..., y quisiera saber por qué. Me lo puede explicar?
-Ud cobra por matar gente!
-Ud tambien cobra por su trabajo...
Año y medio de terapia y rehabilitación diaria.
Fráncis, avanzaba en su terapia. Lenta, dolorosamente... La Dra. le había conseguido un trabajo ayudando como enfermero de ambulancia. El hombre tenía un don para tratar enfermos, sobre todo a los niños.
Transmitía calma y seguridad.
La relacion se fue afirmando..., y Fráncis fue aprendiendo, comprendiendo...
Ese año los pacientes de sector pediatría le festejaron el cumpleaños.
Por primera vez en mucho tiempo el hombre sintio humedecer sus ojos...
La Doctora esperaba ese martes para darle el alta, Fráncis habia ido a recolectar heridos con la ambulancia...
Dos años y cuatro dias después del atentado a las monjas, el hospital fue bombardeado...
Fráncis miraba los escombros desde la vereda de enfrente.
Esta vez sentía...
La vida apesta...

martes, diciembre 12, 2006

Dar examen

Cuando llega fin de año, pasa mucha gente, tanto por la aldea como por la cantina. Mucha gente con familia, con companía y algunos solos. Las agencias de turismo todavía no saben como definirnos y eso hace que les cueste vendernos al público.
Es una bendición para la gente como yo que no quiere ser consumido ni por la elite ni por la moda...
Detesto toda esta cosa de la globalimerda...
La estupenda morocha se arrellano en uno de los taburetes de la barra, molesta con la vida.
-qué le pasa?, le digo mientras le sirvo su segundo mojito
-nada, la cosas se complican cuando una es mujer, es todo...
-pero si Ud es muy bonita, no creo que nada se le pueda complicar mucho.
-precisamente, eso suma. Soy humorista, sabe?
-Ud? mujer? y tan guapa!
-Ahá, es una complicación extra. Tengo que dar exámen todo el tiempo. Me presento," hola soy Silvia, trabajo como humorista...", y siempre me contestan, ¿en serio?, a ver, contame un chiste. Se dará cuenta que si el otro es pedicuro no le pido que me arregle los juanetes ahí mismo...
-me imagino...
-el tema es que las mujeres tenemos un humor más reflexivo, tipo Acher o Maitena, y los varones más de remate, más inmaduro. De hecho las humoristas que más se destacan en Estados Unidos son mujeres que hacen humor más, diriamos, masculino.
-y, a Ud eso no le va?
-mmmnop, en realidad a mi me gusta más el humor de "situación", yo creo que si Ud tiene una buena "situación" el resto, shwinngg, sale solo...
-mm, no me doy una idea
-veamos, un ejemplo, sirvame otro mojito y le cuento...
Un par de muchachos se acercaron atraídos por la miel de sus piernas, pero no hubo caso, estaba molesta y quería descargarse.
Le serví su mojito, y prosiguió
-esto no es mio pero da igual, es un claro ejemplo, imagine Ud un barrio en los suburbios, puede ser La Reja, Lanús o Benavidez con vista al rio, no importa, tres de la mañana, lo único que se escucha es algún perro lejano, nada, todo silencioso. El matrimonio, de entre treinta y cuarenta años duerme placidamente. De golpe ella se despierta, algo la despertó, otro ruido... Codéa al marido para despertarlo, mientras le pone una mano en la boca para que no grite... "mmmmmfff", dice él, ella en susurros le contesta, "shhh, hay alguien en la cocina", él, ya despierto, y tambien en susurros dice "no importa, tengo un revolver", y abriendo la mesita de noche saca un enoooorme revolver..., ella lo mira entre decepcionada y molesta y le dice con otro susurro "no sirve, no tiene balas, yo se las saqué", "COMo qué no tiene balas, por qué no tiene balas?"molesto le reclama el marido, en voz baja y forzada, ella una vez más dice "se las saqué por temor a un accidente..., por los chicos...", "está bien, no importa, donde están?" dice él. Ella gira la cabeza mirando a la cómoda que está a los pies de la cama y le dice "encima de la cómoda,... adentro de la cajita de música...",
¿Se da cuenta?
No puedo menos que reírme a carcajadas, y pregunto.
-si, pero no veo por qué está tan molesta ahora
-mire, vengo del baño, está la puerta cerrada, entonces golpeo...toc toc, escucho una voz de nena que contesta "¿quién es?", ah, no importa, quería saber si estaba ocupado, espero..., ella desde adentro insiste "pero ¿quién es?", mirá nena, no nos conocemos, le digo, mi nombre es Silvia, soy humorista y ..."¿en serio?", me dice "a ver, contame un chiste..."

viernes, diciembre 08, 2006

Fráncis, parte III

Le hablaron de hábilidades y autocontrol, contestó de supervivencia y venganza
Le hablaron de honor, ética, salvar a occidente, al mundo, contestó que era sudafricano y negro
Le hablaron de dinero, preguntó cuánto
Así fue el inicio de la fructífera sociedad.
Cinco años ya,
Alguien le entregaba un attaché, su cuenta recibía un depósito y alguien moría.
Simple, sencillo, prolijo, esterilizado...
Y llegó la oferta.
Cinco muéscas más en su alma, el depósito de siete cifras, y basta.
Entró por Albania, en pocos años Europa sería musulmán, ser negro, bah, las balsas desde África cruzan todos los dias..., y hay tanto soldado americano dando vueltas por la zona...
Qué tontería, el viejo cuento del elefante en la quinta avenida...
La primera muesca fue un general albano en Tirana, el viejo militar tuvo un "infarto" en el baño de su amante. Si hay un secreto que esconder, lo mejor es guardarlo dentro de otro...
La segunda muesca, un abogado serbio, intermediario en la venta de armas. Comida en mal estado en el restaurante del club, junto al lago Shkodra, a veces ocurre, el hombre era alérgico a los maríscos.
La tercera muesca, María Stepaunnolas, la mujer de un secretario griego en Budapest, trabajaba para una organización que traficaba refujiados de los Balcanes.
Un accidente en el baño, el secador de pelo en la bañera. Sucede.
Las muéscas cuatro y cinco, dos activistas que hablaban mal del sistema...
Así no se llega a viejo, mi profesión es más segura, ironizó.
Fácil, sin protección.
Udvar, junto al lago Balaton, cerca de la frontera con Serbia, ni necesitaba aparentar un accidente.
Hasta que vió los uniformes, grises y azules, con la toca blanca y almidonada... monjas, francesas, tal vez senegalesas...
Merde!, Nunca aprenden?
Ese "pequeño detalle" no estaba en el informe.
Lo que pensaba solucionar en un callejón cualquiera..., se fue transformando en una molesta cruzada.
Bien, se podía hacer, plásticos en el viejo puente, no le gustaba meterse con monjas, traía mala suerte, pero si no veía sus rostros lo superaría...,cuando volvíeran de dejar en casa a los alumnos del colegio católico.
Recuerdos del viejo Belfast...
La mañana primaveral auguraba un afortunado día, algunos pájaros trinaban en los árboles cercanos, y el futuro de Fráncis susurraba dinero cercano.
Sentado en una mesa en la vereda del soleado bar, pidió un café fuerte y esperó, leía la página de deportes distraidamente,...Cuando la destartalada camioneta dobló la esquina,
Plegó el periódico.
Terminó el café.
Pulso la señal remota del timer, solo tenía que esperar para confirmar la entrega...
El vehículo avanzaba lentamente por el empedrado...
Y los vió, en las ventanillas traseras, los rostros de los críos...
Por qué estaban ahí????!!
él no mataba críos
50''
cruzó la calle corriendo, -malditas monjas...
40''
salto bajo el puente en busca del reloj, -nunca hacen las cosas bien...
30''
metió la mano entre los pilares, donde mierda estaba...
20''
estiró el brazo en la grieta tanteando
10''
carajo!
00''
...

martes, diciembre 05, 2006

La peluquería

En diagonal a la plaza del pueblo, en una de las esquinas, hay un poste de unos dos metros de alto, pintado de rojo y blanco, en forma de espiral descendente, y rematado con una blanca tulipa redonda.
Clara señal de que allí está la barbería del pueblo.
Al frente de este noble lugar se hallan los señores Rebetti y Ponticelli, quienes desde tiempo inmemorial están a cargo de la pulcritud capilar de los insignes moradores de la aldea. Gentes atildados como el alcalde, el boticario, e incluso el jefe de los municipales, pasan por allí periódicamente para ordenar, organizar y/o recortar cualquier cabello o barba rebelde.
Desde que llegué al pueblo que quiero saber cuál es Rebetti y cuál Ponticelli.
Imposible.
Siempre se han presentado juntos, y obviamente nadie ha sido tan maleducado de preguntarles a boca de jarro por su nombre, de tal manera que se los conoce como una sociedad indisoluble.
Uno de ellos de cabello grueso se peina hacia atrás, tiene cejas y bigote poblado, el otro es de pelo lacio, raya al costado, bigote finito. Y ahí se acaban las diferencias.
Ambos lo reciben a uno con un fuerte apretón, sonrisa llena de dientes, maneras sumamente itálicas, llenas de gestos ampulosos. Enfundados en sus impecables guardapolvos cortos, blancos, almidonados, con un peine y una tijera que se asoman del bolsillo superior.
En caso de tener que aguardar que alguno de los dos se desocupe, por estar atendiendo, enseguida ofrecen los servicios de Zulma, callada y voluptuosa señorita que tiene el oficio de manicurista, quien nos sonríe melosamente desde uno de los asientos que hacen las veces de sala de espera. Lugar donde también podremos encontrarnos con revistas y magazzines que nos contarán del último romance de Greta Garbo o si las tropas aliadas desembarcarán en Normandía o no. O la sección deportes, siempre la más requerida, donde nos enteraremos de la marcha del mundial en Chile. Temas de la última actualidad.
También está Domingo, lustrabotas oficial del lugar, que se nos acerca con el ceño fruncido y desprecio en la mirada, observando el estado de nuestro calzado, nos ofrece sus servicios de "restaurador", y aclarando, con una sonrisa cómplice, "que milagros no hace...", pero, asegura, nos dejará nuestros zapatos mejor que nuevos.
El punto es, que esa tarde, tranquila de clientes, Paco me dijo si podía irse a la peluquería.
Lo miré de hito en hito y le agradecí a Dios que le permitiera darse cuenta.
Paco no es de aceptar sugerencias...
Y allá partió.
Al llegar, fue recibido por..., alguno, que lo acompañó hasta el sillón donde sería debidamente atendido.
Todo peluquero, barbero o coiffeur que se precie, se sabe un artista. De tal manera que escuchó atentamente y en detalle todo lo que Paco le explicó que quería en su cabellera, "córteme aquí y aquí"..., Paco no es de mucho hablar.
Y el artista optará por una de tres, le cortará el pelo como le dé la gana, explicándole, que de otra manera le quedaría mal, o le cortará el pelo como le dé la gana, manifestándole que interpretó lo dicho por el cliente, o le cortará el pelo como le dé la gana, sin dar explicaciones...
Y así fue...
Finalizado su comentido, el artista le colocó un espejo de mano detrás de la cabeza, no para que juzgara su obra, sino para que la aprobara...
Paco no estaba feliz...
Y cuando Paco no es feliz, lo hace notar...
Me telefonearon dos horas después de haber salido para la peluquería.
El jefe de los municipales preguntó por mí, y después de saludarme le pasó el auricular a Paco.
-jefe, tendrá que pasar por acá, y pagar una fianza...
-qué pasó?
-le bajé dos dientes al peluquero...
Era mi oportunidad, -a quién?
-..., no sé, ¿cuál es cuál?
-pero la denuncia en tu contra,¿ quién la presentó?, ¿quién la firmó?
-uno porque le pegué, el otro como testigo...
-...ahora voy...