martes, octubre 31, 2006

Las cartas y Lola

barajá- me dijo molesta
yo sé cuando me hablan en serio, y barajé,
-con la mano izquierda, como dicen en los flims?, pregunté con media sonrisa
-dejate de flims, y mezclá bien, con una, dos o tres manos, no me importa... , listo ahora cortá. Bien..., veamos
Y sacó un 4 de copas al revés, me dijo que es distinto si está así o al derecho.
-ahá, dijo
-ahá, qué?, pregunté bromista...
me ignoró por completo y ahora sacó una sota de bastos, y la puso cruzada encima, murmurando, -mmmmseee...
-esto es bueno?, empecé a curiosear.
-sshhh..., y sacó el 3 de copas, lo puso arriba y me miró de costado, con una semisonrisa...
-eh?, y ahoraquest...,
y sacó el 2 de oros al revés, -claaaa...., y el tipo nada, dijo
-me podrías contar un poco?, dije, ya sin semisonrisa
-peráperá, y el rey de bastos sobre la mesa.
-solo quiero que me cuentesunpoc...,
-no, faltan cinco cartas, aguantá, me interrumpió, y sacó el 8 de espadas al revés, -no te digo!?, exclamó
y yo, como si estuviera pintado...
-estas cartas españolas tienen 8 y 9?, son de chinchón?, volví con mi animo bromista.
Me miró duro, hay gente que de bromas..., nada.
-éste sos vos, me dijo y sacó el as de bastos.
-forma muy sutíl de insultarme, le dije pinchándola...
-pero nooo, si no entendés nada, te lo dicen las cartas, por mí serias el as de piedra..., ves ves!!, justo, 4 de espadas...
y yo, perdido por completo..., pero bueh, faltaban solo dos cartas
-ahá, dijo cuando salió la reina de copas.
-y quién es la señora?, digo, si puede saberse...
-ya termino, ésta es la última carta...
y dió vuelta la sota de espadas.
-Y?, ey, YYY???, que dicen?
Me miró, junto las cartas, las metió en el bolso, y me dijo,
-en mi vida he visto un tipo tan, pero tan escondedor como vos, nunca hablás, no contás, ni siquiera te quejás...,
te guardás todo, lo que te pasa, quién sos, que soñas, que sentís,nada...,
bueno, las cartas me dijeron lo que vos te callás..., ahora sé.
se levantó, sonrió con satisfacción, me guiñó un ojo...
y se fue...
...
...
merde!

martes, octubre 24, 2006

Ana Belén, canta en la radio

..."palabras de amor, sencillas y tiernas"..., canta Ana Belén en la radio
El viejo Nigel entra por la puerta y desde alli me hace la seña, "lo de siempre..."
Hacía más de cuarenta años que Nigel e Irina habían llegado a la aldea.
Alquilaron una casita frente a la plaza.
El venía en busca del puesto de Simón,el antiguo guardafaro que ya se jubilaba.
Le habían dicho que debía llegar unos meses ántes para conocer la práctica del trabajo. Su mujer venía en busca de tranquilidad. Irina arrastraba una enfermedad que estaba destrozando su matrimonio.
Según el médico los nervios eran lo único que no le permitían embarazarse.
Doce años ya...
Cuando se casaron, Nigel era un hombre joven, alto, de ojos claros, sonrisa fácil y caracter jovial. Irina por su parte, la clásica belleza rusa, rubia, esbelta, alegre...
Pero con el tiempo las cosas fueron cambiando para ella..., no soportaba que las otras mujeres hablaran con su marido..., primero las miradas, luego la charla, y después ...,poco a poco se fue aislando y sufriendo...
Nigel se dió cuenta que los celos de su mujer iban en aumento, más allá de lo normal.
La llevó a un par de especialistas.
Le recomendaron sacarla de la ciudad, quizás un trabajo en una aldea, tal vez sin otras gentes lograra sentirse segura, tener familia, tener paz.
Dejó todo y alla partieron.
Porque Nigel amaba a esa mujer.
En aquellos tiempos, lo que hoy es la taberna oficiaba como el prostíbulo de la zona, si bien tenía un simpático cartelito que decía hotel, en realidad el uso era ambiguo.
Simón había despedido a su familia al nuevo destino y dormía en el susodicho "hotel". Por lo que había que pasarlo a buscar todas las mañanas, antes de ir al faro.
Al principio, Nigel pensó que sería mejor no contarle a su mujer. Sabía como seria la cantinela...
-donde vas?, cuando venís?, donde estuviste?,... y finalmente, me querés?...
Una y otra y otra y otra vez...
Pero, si se enteraba por las suyas podía ser peor. Y se lo dijo.
Todo comenzó otra vez.
Preguntas, preguntas, no importaba la respuesta, siempre las mismas preguntas por la mañana, siempre la misma desconfianza por las noches...
El tono ansioso y enfermizo.
Una y otra vez...
En una oportunidad, Simón le hizo quedarse en el faro hasta tarde.
El recibimiento de Irina fue violento. Nigel nunca la había visto así. Primero le tiró con cuanto tuvo a mano, y luego lloró desconsoladamente, acusándolo de infidelidades imaginadas...
Quince dias después una gran tormenta, lo hizo quedarse nuevamente hasta tarde. Y a la vuelta la misma pelea.
Pero esta vez, Nigel estaba cansado,
-no se si vuelva, le dijo, y de un portazo salió a la lluvia...
Se quedó dos dias viviendo en el faro.
Irina no lo fue a buscar.
Los nervios se apoderaron de ella haciendo estragos. Sus celos lo imaginaron en el hotel. Y ya no pudo más...
Los municipales la encontraron colgada del pino que estaba en los fondos de la casita...
Dejó una nota a su marido, ya no habría más preguntas. Ya no más...
El viejo Nigel, como todas las mañanas, sale del faro, donde vive ahora, y camina unos metros, hasta el acantilado.
Revisa que las matas no tapen las flores, y que la cruz este limpia. Luego se sienta en el pasto y durante una hora o más se queda murmurando.
Los que han escuchado, dicen que son palabras tiernas, palabras de amor...
..."palabras de amor, sencillas y tiernas..."

lunes, octubre 23, 2006

Francis, primera parte

Silvya Drake vivía en Johännesburg, pertenece a una tradidional familia boër.
Es joven e impulsiva, y su conservador padre no le quita los ojos de encima. Sin embargo, cada tanto, Silvya se escapa de parranda. Más de una vez, sus amigas, a escondidas, la han traído de vuelta a casa totalmente borracha. Hasta que un día la pescaron.
Esto no sería nada sino fuera que Silvya volvió "menos inocente".
Por supuesto, se lo escondió a su familia todo lo que pudo, ya que ni siquiera sabía de quién era. Cuando el embarazo fue demasiado obvio, habló con la madre para amortiguar las consecuencias...
El tiempo pasaba, y la futura mamá hablaba a solas, confiaba ciegamente que la naturaleza le sonriera y le diera una hija, dulce, suave y femenina, de cabellos dorados y ojos celestes...,Si solo supiera quien era el padre...
Hasta que llegó el día.Y la naturaleza no solo sonrió..., se río a carcajadas. Hubo que hacerle cesárea, el bebe era demasiado grande, 4,5 kgs. Pero como dijo la partera a los abuelos,"lo importante es que tanto madre como hijo estan perfectamente", y les entregó a Fráncis, su nieto, enorme, sano... y negro. Fue la ultima vez que se vieron...
Silvya Drake trabajaba en una cafetería en la estación central de Melbourne.
Vivía a pocas cuadras, en un pequeño departamento alquilado, junto a su hijo Fráncis de 12 años.
Todas las tardes lo veía entrar por la puerta de su trabajo.A la vuelta de la escuela, Fráncis pasaba a buscar a su madre. Tomaba un vaso de leche, un enorme emparedado, y se sentaba en una mesa del fondo para hacer la tarea. Silvya miraba embelesada a su hijo, había crecido, su tamaño, su gesto siempre adusto y su piel tan oscura se destacaban del resto de los muchachos, pero lo que más llamaba la atención era el color de sus ojos, grises, extremadamente claros.
A veces conseguía que el patrón la dejara hacer horas extras para engordar el sueldo, esas noches se quedaba hasta tarde.
Le gustaba el horario nocturno, era más tranquilo, sin prisas. La clientela era distinta, borrachos, un grupo de jóvenes, citas a escondidas, gente sin lugar donde ir...
El hombre de impermeable y anteojos oscuros se sentó en la barra. Silvya tuvo un mal presentimiento, este mes ya los habían asaltado. Donde diablos estaba el guardia que se supone que la proteje?..., Y no dejaba de mirarla.
Le pidió un café y se quitó los lentes. Ojos grises, muy claros...
Silvya hacía mucho que estaba sola. .Él le dijo que se habia enterado y quería conocer a su hijo. La noche estaba fria, una cosa trajo la otra... y se fueron juntos.
Al principio todo anduvo bien. Tanto Fráncis, como Silvya recibieron al nuevo miembro de la familia con alegría.
Pero, el tiempo transcurrió y todo cambió. El trato se fue volviendo violento, la bebida abundante.
Finalmente, una noche. Fráncis volvía de su práctica de criquet. Encontró la casa a oscuras. En la cocina su madre lloraba en silencio tras la última golpiza que acababa de recibir, en la bañadera su padre roncaba ruidosamente, totalmente alcoholizado...
Fue hasta el telefono y llamó a la policía, tambien pidió una ambulancia. Luego mientras esperaba que llegaran, tomó el bate, fue hasta el baño y comenzó a golpear a su padre, feróz y metódicamente.
Hasta que se oyeron las sirenas...

viernes, octubre 20, 2006

Anselmo y Cloe

Los sabados a media tarde llega el furgoncito con Anselmo y Cloe.
Cloe pasa con sus tortas para vender, y Anselmo viene con su acordeón, a quedarse. En la medianoche canta Lola, y Anselmo la acompaña. Dice, felíz, que Patxi Andión lo nombra en una de sus canciones.
Cloe es delgada, alta, ojos claros, mirada franca, lleva el cabello corto, de andar seguro. Es británica. Hija de un Lord, o algo así. Hace años fue joven, rebelde y activista. Una noche cometió un error, y solo las conexiones de su padre lograron sacarla del país ántes que la detuvieran. A condición de no volver.
Se unió a una organización internacional humanista y comenzó su deambular por el mundo. Asia, África y Medio Oriente fue su derrotero, donde hubo guerra estuvo Cloe...
Un día, después de hacer una ronda entre los críos de un hospital de campaña, se dió cuenta que ya no notaba la diferencia entre un bando y el otro.
Juntó sus petates, y marchó al puerto. Se embarcó como enfermera en un mercante de bandera panameña y desapareció nuevamente.
Dos años después, el barco naufragó frente a estas costas, entre los sobrevivientes, una mujer indocumentada ayudaba a los heridos.
Don Ramón, el alcalde, no hizo preguntas, y la puso a cargo del dispensario. Desde entonces, Cloe trae niños al mundo, entablilla brazos, y es lo más parecido a un médico, que tenemos en la aldea.
Vive del sueldo municipal, y los sábados vende sus tortas aquí y en otras cantinas, y con eso mantiene una guardería. Siente que todavía tiene muchas cuentas por saldar.
Frente al dispensario esta el taller mecánico.Anselmo es bajo, sólido, tímido, de andar pausado, y tiene un don, los motores y él se entienden. Magia pura.
Trabajó en Italia un tiempo, pero el terruño tira... y se volvió. Vinieron a buscarlo de Maranello un par de veces, pero él, nada. La gente piensa que es algo lento.Yo no estoy tan seguro.
El día que conoció a Cloe, supo que era para él.
Para Cloe, Anselmo le dá la paz que perdió hace tiempo.Es una mujer dura, con muchos fantasmas, sobre todo de noche..., y ahí está Anselmo, para cuidarla.
Después de la recorrida, y vender todas sus tortas vuelve a la cantina. Es de noche, busca la mesa de su hombre, y allí se quedan, juntos, disfrutando la mutua companía, agarrados de la mano en silencio.
Más tarde, cuando canta Lola, Anselmo se pasea entre las mesas tocando su acordeón, le guiña un ojo y Cloe sonríe...
Cuando todo termina, se van, abrazados, muy juntos se suben al furgoncito y se pierden en la noche...

jueves, octubre 19, 2006

hoy es jueves

Hoy es jueves, los jueves Iñaki trae mariscos...
A la semana de haberme instalado, una noche cayó Iñaki.
El tiempo malo, llovia fuerte y había viento.
El hombre entró observando todo, silencioso, mojado, cansado; y se desparramó en una silla cercana al fuego.
Recuerdo que le conté lo que había para comer, y me dijo que solo le importaba que estuviera caliente, ah! y una copa de vino.
Comió apurado al principio y después mas despacio, saboreando. Disfrutando el calor y la tranquilidad. Una hora y tres platos de comida después, me acerque con el café, había bebido bastante, pero estaba cómodo, nada más.
Me contó que vive en su barco, que todas las mañanas sale a hechar las redes, que a veces hay y otras..., que tiene cinco hijos que viven con la madre, en la ciudad, que hace tiempo que la dejó, que en realidad ella lo había dejado antes, pero él no se había dado cuenta, que al principio el quería que sus hijos lo acompañaran, pero después de la muerte de su hijo mayor..., la cosa cambio, que la familia se mudó a la ciudad con la excusa de la escuela, y el se quedó, que viajaba los fines de semana y llevaba el dinero, hasta que una vez por una cosa y otra, por otra y los viajes se fueron espaciando. Los hijos lo quieren, pero nada de demostraciones en público, Iñaki sabe que en el fondo, se avergúenzan un poco de él.
Hacía tres meses que no los veía, y noté que se le quebraba la voz. Aproveché para dejarlo con sus pensamientos, mientras saludaba a los últimos que ya se marchaban.
Al volver con más café, lo encontré dormido.
Afuera seguía lloviendo. Le arrimé una manta.
Apagué las luces y me fui yo tambien a dormir.
En la mañana ya se había ido, y esa misma noche, trajo mariscos. Fue un jueves.
Si, esta noche comemos mariscos

miércoles, octubre 18, 2006

Aviso al club de lectores

He recibido algunos mailos en los que se me pide que reflote algunos cuentos borrados, ya que los nuevos lectores carecen de datos que aparecían en ellos. No creo que sea necesario, pero si para alguien lo es...
Los iré intercalando, algunos no tenía pizarra y ahora tendrán.
Confío en contar con la venia de los puristas de la primera hora.
Gracias

miércoles, octubre 11, 2006

La ballena

Miércoles de mañana.
Escucho el auto alemán estacionarse junto al malecón. Suit se quita el traje, se pone los cortos, su vieja camiseta azul y negra, orgullo de otras épocas, y sus zapatillas. Cierra la portezuela, y con una sonrisa de placer comienza a trotar, paralelo al mar, rumbo al faro. Sé que en un par de horas estará de vuelta.
Alrededor del mediodía se sienta en un taburete, frente a mí, y me pide un mojito,
-tiene un momento?, me dice,
-lo escucho..., digo mientras le alcanzo el trago.
-Anoche tuve un sueño...,
Estoy en mi lujoso departamento, piso 10, playa privada, enormes ventanales con vista al océano.
Es una tarde gris, de invierno, fria y destemplada. El viento es húmedo, viene del mar. Detrás mio alguien habla,...,puede ser un ama de llaves, un secretario, una mucama, no sé; alguien, me comenta que la mar se retira, yo me levanto del sillón del escritorio. Me acerco a la ventana, con las manos en los bolsillos de mi pantalon.
Miro hacia abajo, y veo como el mar ha trabajado la playa, erosionado la arena en forma caprichosa, formando una lagunita...
El agua se retira, pero la lagunita mantiene su contenido...
Desde arriba se ve que en el estanque algo nada en circulos, desesperadamente, dándose cuenta que ha caido en una trampa..., nada y nada sin encontrar salida..., es un animal grande.
Su movimiento desmorona la fragil pared de arena.
El agua estancada se empiece a escurrir...
La trampa comienza a cerrarse definitivamente...
Bajo en el ascensor, rápido, tengo que hacer algo, necesito hacer algo..., salgo a la playa desierta, corro hasta el lugar. No hay nadie. Todo está absolutamente desierto.
El agua de la laguna ya no está. Solo el animal atorado..., una ballena, de unos cinco metros. Con el vientre hacia arriba, se mueve tratando de darse vuelta..., nada, está atrapada.
Busco ayuda. Nadie. Consigo unas maderas para hacer palanca y ayudarle a que retome su posición natural.
Me observa asustada.
Finalmente, entre los dos, lo conseguimos...
Pero no soluciono el problema mayor. El mar se sigue retirando..., cada vez más lejos...
El animal emite ese extraño sonido de las ballenas, parecido a un gemido, y me mira triste, ...largo...resignada
Yo corro y corro buscando ayuda, nada, solo viento y al fondo los gemidos de la ballena...
Grito y nadie me escucha...
Vuelvo junto a ella, vencido, inutil, desolado, me mira...
Le servi su tercer mojito.
Hacía rato que la lagrimas corrían por sus mejillas.
Muestra una sonrisa de costado...
-estoy cansado, muy cansado...
Se quedó en silencio. El sabía lo que significaba el sueño.
Lo dejé solo, para que llorara tranquilo...

miércoles, octubre 04, 2006

Chismes en 4 tiempos

Hace 15 meses:
-Buenos dias Don Bartolomé, como está?, y que sonrisa que se trae.
-Pues verá Ud, sirvame una grapa y le cuento..., por supuesto que apelo a su discreción..., Salud, el tema es que me he hecho una de esas vasectomías, y me siento muy contento. He aprovechado mi último viaje a la ciudad y sin decir nada a nadie, me he operado. Mi mujer, Doña Hayde, está tratando de quedar embarazada, aunque ya tenemos dos hijos,que ya están grandes, ella quiere otro. Pero yo, no. Por otro lado, Ud. sabe que tengo una querida, Carito. Ella me ha estado trampeando para quedar embarazada y finalmente ponerme el moño. Pues ahí tiene, de esta forma continúo ligandome a las dos sin riesgos y me evito las discuciones.
-Hombre, Ud. sí que es una monada!
Hace 12 meses:
-Buen día Lola!, qué haces aquí tan temprano?, te sirvo el desayuno? completo?
-Calláte y escuchá Paco, A que no sabés quién está embarazada?, Carito!, finalmente Don Bartolomé la dejó de encargue. Dice que ültimamente estaba más "activo" que nunca, y que le había dicho que si tenía que ser... Podés creer que el viejo ese todavía tenga con qué?, y ahora ella dice que se le va a poner firme, que se lo dice él a Doña Hayde, o se lo dice ella. Que con un crío de por medio no se juega. Que hasta ahora ella seguía calladita, porque Don Bartolomé tiene hijos, una familia, y ella no quería entrometerse, ni ser una rompehogares, pero ahora... Le ha dado un ultimatum, tiene hasta que se cumpla el tercer mes..., después...
Hace 9 meses:
-Buen día Cloe!, como estás?, algo para tomar?, con un emparedado tal vez?
-Pues si, me vendría bien. Vengo de lo de Doña Haydé, la dueña de la farmacia, parece que a la vejez..., está encinta!, puedes creerlo Paco?, una mujer grande con hijos que están para casarse..., y ésta que se viene con semejante rollo. Dice que ella y Don Bartolomé lo estaban dele buscar, que a pesar que su a marido se lo veía un poco cansado el último tiempo, no había mañana que no escribieran a París. Y bueno ahí está. Tanto va el cantaro a la fuente que al final..., pañales.
Hace 1/2 hora:
-Hola Paco, qué tal estuvo la ceremonia?
-Muy linda. El padre Jorge habló muy bien a los nuevos cristianitos, que eran un montón!, Entre los del campo y los de la aldea...., como diez u once, muchos. Y todos se portaron bien, salvo un par de viejas que chismorreaban por lo bajo, por Carito. Padre desconocido. Bueno, ella lo conoce, y sabrá que es lo mejor...Tambien estaba Doña Hayde, muy contenta con su niño. Y ni hablar de Don Bartolomé, el boticario. Aunque tenía un gesto raro, no diría de orgullo..., no sé, como ausente. Todos comentaban lo bien que se han portado con Carito, ya que ella no tiene un trabajo fijo, y parece que le ayudarán hasta que el anónimo padre se digne hacerse cargo.En reconocimiento lo nombró padrino de la criatura. Todo un gesto.
Lo único que me llamó la atención fue la foto que se sacaron al final. Ellos tres, los dos críos, y el padre Jorge. Le diría que el cura tenía una cara de orgullo..., como más allá del deber...,